Por lo que respecta a la privacidad es mejor considerar esos espacios como hostiles, ya que son de uso público y es muy fácil espiar el tráfico. Para intentar evitar que nos espíen es muy conveniente realizar únicamente comunicaciones cifradas, lo cual es más fácil de lo que parece.
Por ejemplo, una actividad común en Internet es el envío y recepción de correo electrónico. Si usamos espacios públicos para descargar y leer correo, es mejor que configuremos nuestro programa de correo electrónico para que use cifrado.
Si el correo lo leemos a través de la web, probablemente ya está cifrado. En este caso debemos fijarnos en la barra de direcciones para ver si el protocolo es https, como muestra esta imagen de gmail:
Si en vez de leer el correo mediante un navegador, usamos un cliente de correo pues debemos tener en cuenta dos cosas:
- que nuestro proveedor de correo admita cifrado, como SSL, y básicamente todos lo hacen.
- configurar nuestro cliente de correo para que use SSL.
En otros clientes de correo se configura de manera similar. Usando cifrado lo que conseguimos es que el tráfico del correo descargado, ya sea por protocolo IMAP o POP3 quede oculto a los ojos de los curiosos.
Por supuesto lo mismo aplica para enviar correo, configurando convenientemente el servidor smtp de salida. En este caso se pueden usar SSL o STARTTLS como métodos de cifrado, dependiendo de lo que indique nuestro proveedor:
De esta manera nos aseguramos por lo menos de que el tráfico va cifrado en el trayecto entre nuestra máquina y los servidores del proveedor, haciendo muy complicado espiar ese tráfico.
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